Los Polos de Júpiter y sus Lunas
Ocurren varios fenómenos interesantes en los polos de Júpiter, el planeta más grande de nuestro Sistema Solar. Tres de las cuatro grandes lunas "Galileanas" de Júpiter, están cubiertas de hielo, y evocan las regiones polares de la Tierra. Io, la cuarta luna Galileana, tiene volcanes cerca de sus polos, y "Luces del norte" ¡en un lugar muy peculiar!
A diferencia de Urano, que está "ladeado", Júpiter es un planeta bastante vertical. El eje de giro de Jupiter, que define las ubicaciones de sus polos, tiene una inclinación de sólo 3.1°. Una inclinación mucho menor que el ángulo del eje de la Tierra, de 23.5°. Solamente Mercurio, inclinado menos de un décimo de un grado, es más vertical que Júpiter. Sin embargo, el campo magnético de Júpiter tiene una inclinación moderada. El eje del campo magnético dipolar del planeta gigante tiene una inclinación de 9.6° respecto a su eje de rotación, comparable con la inclinación de 11° del campo magnético de la Tierra.
A diferencia de la Tierra, que es rocosa y relativamente rígida, Júpiter es una bola de gas y líquidos deformable. Aunque Júpiter es el planeta más grande del Sistema Solar, rota más rápidamente que cualquier otro planetas. Su día sólo dura 10 horas. El rápido girar de Júpiter y su consistencia "blanda" hace que se abulte por su ecuador y aplane por sus polos. Por esta razón, el diámetro ecuatorial de Júpiter es aproximadamente 7% mayor que la distancia entre sus polos.
Júpiter tiene brillantes espectáculos de auroras (como las "luces del norte " de la Tierra). La aurora de la Tierra es más activa durante las "tormentas" de clima espacial. En contraste, las auroras de Júpiter son una característica más constante y duradera, generadas por el poderoso campo magnético del planeta gigante ; y por su intensa radiación ambiental. Cuando las partículas de radiación bombardean la atmósfera polar de Júpiter, generando auroras, también causan alteraciones químicas de los gases atmosféricos, y crean una neblina en la estratosfera Joviana.
Los polos de la Tierra son muchos más fríos que los trópicos, pero las temperaturas en Júpiter no varían con la latitud. Gran parte del calentamiento de Júpiter proviene del calor interno y no de la luz solar, de manera que sus polos son tan calientes como su ecuador. La tierra y Júpiter son semejantes, sin embargo, al tener polos tempestuosos: son los únicos dos planetas donde hasta ahora se hayan observado relámpagos cerca de sus polos.