Los escarabajos corteza de pino afectan mucho más que los bosques
Los escarabajos corteza de pino parece que están haciéndo más que grandes matanzas de bosques en las Montañas Rocosas. Los científicos sospechan que éstos también están alterando patrones de estados del tiempo y la calidad del airelocal.
Un nuevo proyecto internacional, dirigido por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) en Boulder, Colorado, EE.UU., está explorando cómo los árboles y otros tipos de vegetación influyen sobre la precipitación, temperaturas, smog y otros aspectos de la atmósfera.
Las plantas absorben y emiten productos químicos que afectan el aire, y también absorben cantidades variables del calor proveniente del Sol. Cuando mueren porciones de árboles de un bosque, la atmósfera local puede cambiar de maneras sutiles.
"Los bosques ayudan a controlar la atmósfera, y hay una gran diferencia entre los impactos de un bosque vivo y un bosque muerto", dice el científico Alex Guenther, investigador principal del proyecto de NCAR. "Por ejemplo, con un bosque muerto, podemos tener patrones de precipitación diferentes".
Iniciado este verano, se programa que el proyecto de campo continue por cuatro años sobre una región que se extiende del sur de Wyoming hasta el norte de Nuevo México. Los científicos planean utilizar aviones e instrumentos terrestres, así como modelos computarizados, para estudiar interacciones entre la superficie del planeta y la atmósfera.
El proyecto se conoce como BEACHON (Interacciones de energía, aerosoles, carbón, H2O, materia orgánica y nitrógeno en la bio-hidro-atmósfera), y es financiado por La Fundación Nacional de Ciencias (NSF), el patrocinador de NCAR.
Según Cliff Jacobs, director de programa en la División de Cciencias Atmosféricas de NSF, BEACHON permitirá que los científicos obtengan información en temas tales como formación de nubes, cambio de clima, y el ciclado de gases y partículas entre la Tierra y la atmósfera.
Las plantas emiten vapor de agua, otros gases, y partículas microscópicas que influyen en la atmósfera de maneras sutiles y complejas. Por ejemplo, algunas minúsculas partículas aerotransportadas de las plantas ascienden hacia las nubes y las alimentan, proporcionando una superficie para que las gotitas de agua se adhieran a y se conviertan en gotas de agua de lluvia.
Los gases de efecto invernadero tales como dióxido de carbono (CO2), que se emite en grandes cantidades de bosques devastados por los escarabajos, se combina con CO2 adicional producto de actividades humanas e influyen en la cantidad de calor del Sol que llega a la Tierra o que es reflejada de vuelta hacia el espacio.
Las plantas también emiten productos químicos conocidos como compuestos orgánicos volátiles que pueden interactuar con la contaminación generada por los humanos e influir en la formación de ozono al nivel del suelo, o smog, que afecta la calidad del aire y las temperaturas locales.
Estas interacciones se interrumpen cuando los escarabajos acaban con extensas áreas de árboles de pino o cuando éstos mueren por otras causas. Esto puede cambiar los patrones de nubes y de precipitación durante una década o más, lo que a cambio puede alterar la cubertura de la Tierra.
Modelos computarizados preliminares sugieren que la aniquilación de bosques por los escarabajos podría conllevar a aumentos temporales de la temperatura de aproximadamente 2-4 grados Fahrenheit. Esto se debe en parte a la carencia de follaje para reflejar el calor del Sol de vuelta al espacio.
Los científicos también creen la matanza de los escarabajos estimula a que los árboles, en su lucha contra ellos, generen más partículas y productos químicos en la atmósfera. Esto empeora la calidad del aire, por lo menos inicialmente, aumentando los niveles de ozono y de partículas a nivel del suelo.
Los incendios forestales y los nuevos desarrollos que eliminan la vegetación, también afectan la atmósfera . Pero los impactos en cada uno de estos casos pueden variar perceptiblemente, dependiendo de la vegetación restante y de los cambios a las condiciones de los suelos.
El intercambio de gases y de partículas entre la superficie y la atmósfera es crítico en áreas áridas tales como el oeste de los EE.UU.
Incluso, cambios leves en la precipitación pueden tener impactos significativos en la región.
"Aquí, en el oeste de los EE.UU., es particularmente importante entender los impactos sutiles en la precipitación", señaló Guenther. Con los cambios de clima, la lluvia y la nieve pueden llegar a ser todavía más escasas en el futuro, y la población en crecimiento necesita más agua que nunca".
Mientras que otros proyectos de campo han medido emisiones de las plantas, BEACHON es inusual porque se extenderá por lo menos cuatro años y cubrirá una región entera.
Esto permitirá que los investigadores examinen los impactos de emisiones durante diversas estaciones y que midan los cambios año tras año.
Para llevar a cabo las mediciones, los investigadores planean utilizar aviones especialmente equipados, así como torres más altas que las cimas de los árboles para poder medir emisiones hasta cerca de 100 pies sobre el suelo.
Las observaciones adicionales vendrán de una variedad de sensores de suelo y de humedad, los instrumentos para los gases y las partículas , radares y lidares, que son una especie de radares que utilizan luz en vez de ondas de radio.
"BEACHON nos dará un cuadro completo y claro del impacto en la atmósfera", señaló Guenther". Pero en este punto, no sabemos qué revelará el proyecto. Podríamos terminar con más preguntas que respuestas".
Las organizaciones que participan en el proyecto incluyen El Colegio de Colorado, Universidad Estatal de Colorado, la Universidad Cornell, La Universidad de Texas A&M, y las universidades de Colorado, Idaho, Minnesota, New Hampshire y Washington, así como el Servicio Forestal de los E.E.U.U., la Agencia de Protección Ambiental, y las Universidades en Austria, Francia y Japón.
El texto anterior es cortesía de la Fundación Nacional de Ciencias, NSF.