El Clima Espacial Induce Corrientes en Redes Eléctricas
Las corrientes eléctricas en la atmósfera de la Tierra pueden inducir corrientes en la corteza y océanos de nuestro planeta. La inducción electromágnetica trabaja a gran escala durante perturbaciones del clima espacial. Corrientes enormes de millones de amperios fluyen en la ionosfera a altas latitudes, y producen la aurora y otros efectos térmicos atmosféricos. Estas corrientes no son constantes, están constantemente fluctuando en espacio y tiempo. Corrientes fluctuantes producen campos magnéticos inestables que se sienten en la superficie de la Tierra. Estos campos magnéticos en cambio constante hacen que fluyan corrientes en conductores de gran escala, tanto en estructuras naturales (como las rocas en la corteza de la Tierra o en el agua salada del océano) como en estructuras artificiales (tuberías, cables transoceánicos y líneas eléctricas). Este flujo inducido puede interferir con la operación normal de las redes eléctricas.
Durante grandes tormentas magnéticas , las intensas corrientes que fluyen en la ionosfera inducen corrientes en la superficie de la Tierra conocidas como Corrientes Inducidas en Tierra(GIC por sus siglas en Inglés). Algunas rocas conducen corrientes mejor que otras. Las rocas ígneas no conducen electricidad muy bien, y las corrientes, que tienden a tomar la trayectoria de menor resistencia, fluyen por los conductores artificiales presentes en la superficie (como tuberías o cables). Extensas regiones de los Estados Unidos de Norteamérica tienen cantidades significativas de rocas ígneas, por lo que son particularmente susceptibles a los efectos de las GIC, sobre sistemas artificiales. Las corrientes que fluyen en el océano contribuyen con las GIC entrando por las costas. Las GIC pueden entrar en las complejas redes de transmisión que entregan energía por todo los E.E.U.U. y otras partes del mundo a través de sus puntos de aterramiento. Las GIC son corrientes directas (CD). Bajo condiciones espaciales atmosféricas extremas, las GIC pueden causar graves problemas para la operación de las redes de distribución de energía, interrumpiendo la operación de los transformadores que hace que suban y bajen los voltajes a lo largo de la red.