Io
Io era la sacerdotisa de la diosa Romana Hera. Hera era la esposa celosa de Júpiter, el rey de los dioses. Júpiter era muy infiel. Cuando Júpiter se enamoró de Io, se transformó en una nube obscura para esconderse de su esposa celosa Hera.Sin embargo, Hera notó la nube pequeña y sospechó que esa nube era uno de los trucos de Júpiter. Entonces se acercó para comprobar la naturaleza de la nube. Tan pronto como llegó Hera, Júpiter transformó a Io en una vaca blanca para evitar la furia de su esposa. Pero Hera se dió cuenta de la intriga y le preguntó a Júpiter si quería la vaca como un regalo. Júpiter no podía rechazar ese pequeño regalo sin delatarse.
Entonces, Hera amarró a la pobre vaca y mandó a su fiel sirviente Argos a vigilar a Io. Argos tenía cien ojos y sólo unos cuantos se cerraban a la vez.
Para liberar a Io, Júpiter envió a su hijo Mercurio a cantar y contarle historias aburridas a Argos hasta que todos los ojos se durmieran. Mercurio contó tantas historias que finalmente Argos cerró todos sus cien ojos. En ese momento Mercurio mató a Argos y desamarró a Io quien se fué a su casa libre otra vez.
Cuando Hera descubrió lo que había ocurrido, estaba tan furiosa que envió a una avispa viciosa para que picara para siempre a la vaca. Mas aún, para honrar la memoria de su fiel sirviente, Hera puso los cien ojos de Argos en la cola de su pájaro favorito, el pavoreal. Los cien ojos ya no podían mirar pero adornaban hermosamente la cola del pavoreal.
Mientras tanto, Io quién todavía estaba prisionera en la forma de una vaca, no podía deshacerse de la maldita avispa. Finalmente, luego de que Júpiter juró no perseguir a su querida Io, Hera liberó a Io de su prisión inhumana, e Io se asentó en Egipto, convirtiéndose en la primera reina de Egipto.
La luna Joviana Io fue nombrada así por el carácter mitológico por Johannes Kepler y Simon Marius. ¡Finalmente, cuando el Voyager 1 pasó por Io en Marzo 1979 y sacó imágenes de la superficie, la imagen claramente mostraba la huella de un casco de una ternera!