El Termostato Natural del Océano Protege los Arrecifes Coralinos del Océano Pacífico
Si bien los corales prosperan en las calientes aguas tropicales, el agua puede llegar a ser demasiado caliente para su gusto. A medida que cambia el clima de nuestro planeta, los océanos se están calentando más, lo que podría ser ngativo para los animales coralinos. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que procesos naturales pudieran detener el que ciertas áreas del océano se calienten demasiado para que los corales sobrevivan. De ser así, entonces parte de los arrecifes coralinos más grandes del mundo podrían estar protegidos contra el cambio de clima.
Durante los últimos 20 a 30 años, la temperatura de las aguas tropicales han aumentado entre 0.5 y 0.7 grados Fahrenheit (0.3 a 0.4 grados Centígrados ), y algunas veces son más elevadas. Los arrecifes en las áreas de las zonas tropicales donde ha aumentado la temperatura del agua son vulnerables al blanqueamiento, una condición donde los animales coralinos liberan las algas que viven dentro de sus pequeños cuerpos. Normalmente, estas algas ofrecen a los corales cierta nutrición. Sin las algas, los corales blanqueados son menos sanos. A menos que regresan temperaturas más frescas, permitiendo que las algas vuelvan, los corales blanqueados mueren.
Mientras que durante las últimas décadas la temperatura del agua de mar ha aumentado en muchas áreas tropicales, un área en el noreste del Océano Pacífico de Australia, conocida como la Piscina Caliente del Pacífico Occidental, no ha cambiado mucho. Los arrecifes en esta área han continuado estando sanos y no han sufrido mucho blanqueamiento.
Un equipo de científicos, encabezados por Juan Kleypas, del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas, y científicos del Instituto Australiano de Ciencia Marina, estudió la Piscina Caliente del Pacífico Occidental. Analizaron los registros de temperaturas de la superficie marina, registros del blanqueamiento coralino, y utilizaron el modelo climático llamado Modelo del Sistema Climático de la Comunidad, basado en NCAR, para estudiar simulaciones de las temperaturas previas y futuras de la superficie del mar.
Encontraron evidencia de que la temperatura del agua marina se podría mantener estable mediante procesos naturales. Las temperaturas de la superficie marina en la Piscina Caliente del Pacífico Occidental tienen una temperatura natural promedio de unos 85 grados Fahrenheit (29 grados Centígrados). Las aguas de esta área se ha calentado sólo la mitad de lo que se han calentado áreas más frescas del océano.
Entre el 1980 y el 2005, se han reportado sólo cuatro episodios de blanqueamiento coralino en los arrecifes de la Piscina Caliente del Pacífico Occidental. Ésto es menos blanqueamiento de lo que han sufrido otros arrecifes, aunque los arrecifes del Pacífico Occidental parecen ser especialmente sensibles a los cambios de temperatura.
Esta investigación apoya la hipótesis de que los procesos naturales pueden evitar que las temperaturas de la superficie del mar en los océanos abiertos lleguen a calentarse a más de unos 88 grados Fahrenheit (31 grados Centígrados). Los investigadores han especulado sobre varios procesos que podrían regular las temperaturas de los océanos. Por ejemplo, a medida que las aguas superficiales se calientan, más agua se evapora, y el proceso de evaporación remueve calor del mar. La evaporación también puede aumentar la cobertura de nubes y los vientos que refrescan la superficie. En algunas áreas, el calentamiento altera las corrientes de los océanos, y hace que traigan aguas más frescas. Si estos procesos evitan que el agua se caliente, los arrecifes de la Piscina Caliente del Pacífico Occidental podrían mantenerse saludables. Sin embargo, puede ser que los arrecifes en otras regiones del mundo no sean tan afortunados. Incluso si existiera un límite al calentamiento del agua de mar, los arrecifes que viven en aguas levemente más frescas, experimentarán mayores cambios de temperatura a medida que sus aguas se calientan al límite, y los cambios de temperatura generan blanqueamiento.
"El cambio de clima está dañando muchos corales, pero parece que no está afectando a ciertos arrecifes que sustentan la mayor diversidad de vida en el planeta", señaló el científico Juan Kleypas. "Básicamente, los arrecifes que ya están en aguas calientes se pueden proteger mejor contra el calentamiento que arrecifes que no lo están. En cierta forma, éstas son noticias alentadoras para estos importantes ecosistemas".
Además del calentamiento del agua de mar, los arrecifes coralinos enfrentan muchas otras amenazas. La pesca excesiva está reduciendo la diversidad y el número de peces que se acercan y que mantienen las poblaciones de algas en balance. El desarrollo costero puede agregar sedimento a los arrecifes, bloqueando así la luz solar y evitando que se alimenten las criaturas del arrecife. La contaminación de las aguas del océano también afecta la salud del arrecife, y los cambios a la química del océano causada por crecientes niveles de dióxido de carbono están haciendo que los arrecifes sean más ácidos.
"Las aguas que se calientan son sólo una pequeña parte del problema, pero son una parte importante", señaló Juan Kleypas.