Contaminación del aire y salud de la personas
Las personas no tienen más opción que respirar el aire existente su alrededor, independientemente de su calidad. Cuando las personas respiran ozono a nivel del suelo, o aire cargado de partículas, lo hacen arriesgando su salud. Los síntomas de exposición al aire contaminado incluyen irritación de ojos, garganta y pulmones. también se reportan jadeo, tos, ojos congestionados, pecho comprimido, dolores de cabeza y dificultad para respirar cuando la calidad del aire es precaria. Durante estas épocas, es frecuente que ocurran frecuentes visitas al doctor, hospitalizaciones y gran número de ausencias escolares. En general los síntomas de las personas desaparecen una vez que mejora la calidad del aire, pero la exposición al aire contaminado puede resultar en tragedia.
El mayor evento de contaminación de aire que se haya registrado ocurrió en 1930, en el Valle Meuse, en Bélgica. Durante cinco días, una densa capa de smog se posó sobre el valle, lo cual provocó que fallecieran un total de 63 personas, y enfermaran unas 6 000. Un evento similar ocurrió en Donora, Pennsylvania, en 1948. Casi 6 000, de las 14 000 personas que vivían en la ciudad ,enfermaron, y fallecieron 20. La más notoria de estas tragedias ocurrió en Londres, en 1952, resultante de una densa capa de smog proveniente de los fuegos de carbón. En un período de cinco días fallecieron más de 4 000 personas. Pero las trágicas consecuencias no siempre son inmediatas. Los efectos lentos sobre la salud, a causa de una exposición prolongada a la contaminación, pueden resultar en enfermedades de vida o muerte, el cáncer.
Ciertas personas son más vulnerables a la contaminación del aire que otras, principalmente ancianos y niños, y personas con predisposición a enfermedades pulmonares como el asma o bronquitis severa. El ozono y las partículas de aire parecen ser especialmente dañinas a la salud de los niños. Esto se debe a que sus pulmones aún están creciendo, y a que, con frecuencia, los niños permanecen activos al aire libre durante largos períodos de tiempo. Como resultado, inhalan mucha más cantidad de aire contaminado que los adultos.
Aún cuando las personas no tienen más opción que respirar el aire existente a su alrededor, en efecto disponen de alternativas para mantenerse saludables. Las personas pueden estar atentas a las predicciones de calidad del aire y evitar hacer ejercicios al aire libre, o pasar más tiempo bajo techo siempre que haya concentraciones de ozono elevadas, así como apoyar a las medidas que intentan mejorar la condición del aire y reducir las fuentes de contaminación; todas estas son recomendaciones para preservar la buena salud. Estas acciones son una respuesta positiva al problema que, literalmente, puede dejar a las personas sin respiro.