Lo esponjoso es lindo pero no detiene al viento
En Cape Royds, Antártida, los pingüinos no son los únicos que están criando a sus polluelos.
Las familias de las gaviotas pardas o eskúas se encuentran alrededor de la colonia de pingüinos, al principio estas se alimentan de los huevos de los pingüino y, cuando nacen los crios, van tras ellos de manera de poder alimentar a sus propios polluelos. Los dos huevos que aparecen en la esquina superior derecha son huevos de un nido de gaviotas pardas. Como puede verse, las eskúas no hacen un nido de
rocas tal y como lo hacen los pingüinos, sino que simplemente los ponen sobre el suelo. Cuando la madre eskúa se paró, el pequeño polluelo, que aparce en la imagen, rodó unos cinco pies del nido a medida que el
viento chocaba contra su cuerpo esponjoso y redondo. Pude ver cómo el polluelo luchaba contra el viento y sus patitas mientras trataba de regresar bajo su madre. Terminó subiendo contra el viento hasta que ya no pude verlo. Esto duró unos ocho minutos, la madre no se inmutó ante el hecho de que el crío se había extraviado y luego regresó.
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