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Retroalimentación Hielo-Albedo: Cómo el Hielo que se Derrite Provoca que más Hielo se Derrita
El hielo marino delÁrtico está cubierto por nieve durante todo el invierno. El hielo cubierto por nieve blanca y brillante tiene un gran albedo, por lo que absorbe muy poco de la energía solar que le llega. De todas maneras, durante el invierno Ártico llega muy poca energía solar. El Sol permanece bajo en el horizonte, los días son más cortos, y sobre el círculo Ártico hay por lo menos un día de invierno cuando el Sol no aparece.
Sin embargo, a medida que se aproxima el verano, el Sol asciende sobre el horizonte cada día, y aumenta la temperatura. La nieve de la superficie se derrite y el hielo expuesto se derrite. El verano es una época más caliente que el invierno, y a medida que el hielo se derrite calienta mucho más. El hielo es más oscuro que la nieve. En la nieve se forman lagos derretidos y grietas llamadas surcos, donde el agua queda expuesta. Estos cambios disminuyen la cantidad de albedo. Con una menor cantidad de albedo, se absorbe mayor cantidad de energía solar y menos es reflejada. Esto hace que se derrita más cantidad de hielo, lo que en consecuencia disminuye la cantidad de albedo, lo cual hace que se absorba más cantidad de energía y haya más calentamiento.
Debido a que la temperatura de la Tierra está ascendiendo a la vez que se libera mayor cantidad de gases de invernadero hacia la atmósfera, la nieve que cubre el hielo se derrite más temprano, a principios de la primavera, y no es hasta finales del otoño que las temperaturas descienden hasta niveles en los que el hielo marino se puede formar nuevamente. Hay más tiempo durante el verano para el ciclo de derretimiento del hielo, disminución del albedo, absorción de más energía solar, y más hielo a derretir.
Este proceso, donde un poco de calentamiento produce todavía más calentamiento, es conocido como retroalimentación hielo-albedo, y es una de las razones por las que el Ártico es muy sensible a los cambios de temperatura. La retroalimentación hielo-albedo podría convertir un pequeño cambio climático en uno grande. El hielo marino se está derritiendo rapidamente en el Océano Ártico. En las últimas dos décadas, la cantidad de hielo que cubre el océano Ártico ha disminuído aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados (más o menos el tamaño de Alaska). Según los modelos climáticos, este patrón de derretimiento de clima continuará acelerando y existe la posibilidad de que en las próximas dos décadas ya no haya hielo marino durante el verano.
Han existido otros tiempos en la historia de la Tierra en los que la retroalimentación hielo-albedo ha trabajado en dirección opuesta. Es decir, el clima enfrió y se formó más hielo, aumentó el albedo y disminuyó la cantidad de luz solar absorbida, el clima se hizo aún más frío, lo que hizo que se formara más hielo. Por ejemplo, hacia finales de la era Proterozoica, hace más de 800 millones de años, la Tierra pasó por un período cuando las temperaturas bajaron a nivel mundial. A este tiempo se le conoce como "Tierra Bola de Nieve", porque existe evidencia geológica de que se formó hielo alrededor de todo el planeta, aún cerca del ecuador y a bajas altitudes. Los científicos han usado modelos computarizados para probar qué podría haber generado este tipo de enfriamiento. Han encontrado que una retroalimentación hielo-albedo opuesta pudo haber causado un enfriamiento rápido y extremo que dio orígen a la "Tierra Bola de Nieve".