Vuelo sobre el océano meridional

Con los frenos reparados, finalmente estubimos listos para despegar a bordo del C-17. El despegue fue asombroso, a pesar de todo el ruido generado por los grandes motores (tuvimos que usar protectores de oído o auriculares): Las fuerzas de inercia durante el despegue me empujaron contra el asiento, y no podría distinguir si las ruedas del avión C-17 aún tocaban tierra o ya estábamos en el aire, pues el despegue fue suave. De acuerdo con el mapa a bordo, vamos a volar directo desde Christchurch, en línea recta hacia el sur, en dirección a la Antártida, sobre el océano meridional.

El océano meridional es el océano más joven de la Tierra formando hace aproximadamente 34-30 millones de años cuando, la tectónica de placa de la Antártida se separó de Suramérica y Australia. Es un océano único, hogar una gran variedad de vida marina, incluyendo ballenas y su alimento preferido, el camarón antártico. El camarón antártico es una fuente importante de alimento para no sólo las ballenas, sino también para las focas, pingüinos, aves marinas, y otras criaturas marinas dependientes. El crecimiento del agujero de ozono Antártico puede afectar negativamente a las poblaciones de camarón antártico, cambiando el equilibrio ecológico de esta región.

El océano meridional también es un océano traidor; cuando miré con detenimiento a través de mi ventanilla pude ver masas de nubes, crestas de blanca espuma sobre las olas, que aparentemente vienen de varias direcciones, y lo que parecen icebergs o témpanos de hielo. Algunas las tormentas más feroces de la Tierra se suceden aquí, con fuertes vientos y grandes olas. El Capitan Scott, Sir Ernest Shackleton y muchos otros de los primeros exploradores Antárticos cruzaron el océano meridional en barco. Me sentí agradecida de estar a miles de pies en el aire, mirando hacia abajo y sobre este activo océano.

Mientras nos acercamos al continente de Antártida, los cielos se pusieron más y más nublados. Esperaba que no tuviésemos que girar como un "boomerang", es decir, que el C-17 tuviese que cambiar de rumbo y volar de vuelta durante cinco horas en dirección a Christchurch. Ya había sucedido con varios vuelos anteriores, y esperaba que esta vez, fuéramos afortunados.

Diversidad del océano meridional

Dinámica del clima y del ecosistema del océano meridional

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