¿Qué es un Fósil?
Los fósiles son evidencia de vida antigua que queda preservada dentro de las rocas sedimentarias. Son la clave de como eran las criaturas vivientes, ecosistemas, y medios ambientes, desde que la vida existe sobre el planeta. Los fósiles más antiguos son los de esteras de algas azul-verdozas que vivieron hace tres mil quinientos millones de años. Los fósiles más jóvenes son los de animales que vivieron hace aproximadamente 10 000 años, antes de los inicios de la historia registrada.
Los científicos que estudian fósiles saben cuáles tipos de criaturas han cambiado dramaticamente, durante los millones y millones de años de historia que tiene la Tierra. La mayoría de los fósiles son de animales, plantas y otros organismos, que ya no viven sobre el planeta, porque, al igual que los dinosaurios, se han extinguido. De hecho, aproximadamente 90% de los fósiles provienen de organismos ya extintos. Muchas de estas especies extintas, o variedades de forma de vida, son similares a las especies vivas de hoy día.
¡Los científicos no son los únicos capaces de encontrar fósiles! En algunas partes del mundo, las rocas expuestas sobre la superficie están hechas, casi en su totalidad, de fósiles, lo que hace que sean fáciles de encontrar. En otros lugares, las rocas que se encuentran en la superficie no son rocas sedimentarias, que es en donde generalmente son preservados los fósiles. Sin embargo, siempre se pueden encontrar fósiles en los museos locales de ciencia y de historia. Aunque usted viva en un lugar en donde los fósiles son difíciles de encontrar, es probable que cada día usted utilice combustibles fósiles como la gasolina, el gas, carbón que suministran poder a los automóviles, luz y/o calor para calentar o enfriar su casa. Los combustibles fósiles son carbón orgánico proveniente de las plantas y vida marina que vivió hace millones de años.
Los cuerpos fósiles son restos de organismos actuales. La mayoría de las criaturas vivientes nunca se convierten en fósiles porque para que esto suceda es necesario que existan condiciones especiales. Los organismos formados por minerales, tales como conchas y huesos, son mucho más propensos a convertirse en fósiles, mientras que tejidos suaves como, piel, órganos y ojos, generalmente se descomponen. Animales como las medusas, que no tienen huesos, raramente son preservados.
El seguimiento de fósiles da evidencia indirecta de una vida antigua. Por ejemplo, si hoy se hicieran huellas sobre la arena en una playa, y luego se cubrieran con cemento, formando una roca llamada arenisca, las huellas, de no ser perturbadas, se solidificarían y serían llamadas rastro de fósiles. Esto no sucede a menudo. Piense en todas las personas, perros, cangrejos, pájaros y demás animales que caminan en una playa cada día. Pocas, o algunas de esas huellas se convertirán en fósiles algún día. La mayoría de ellas serán borradas por el viento y las olas. Otros ejemplos de rastro de fósiles incluyen los de cangrejos de madrigueras, mordeduras de dinosaurios y rasguños de osos en paredes de cuevas.